El diseño biofílico es una forma de entender la arquitectura y el diseño de interiores que busca volver a conectar a las personas con la naturaleza, incluso dentro de los espacios construidos.

La palabra biofilia significa y expresa esta necesidad humana de estar en contacto con el mundo natural.

Esta idea parte del concepto de que los seres humanos tenemos una necesidad innata de contacto con la naturaleza Cuando introducimos elementos naturales en los espacios en los que vivimos o trabajamos, mejoramos nuestro bienestar físico, mental y emocional.

Nos sentimos más tranquilos, más concentrados y inspirados. El diseño biofílico no es sólo poner plantas —va mucho más allá, trata de integrar la naturaleza de forma consciente y armónica:

· Presencia directa de la naturaleza: luz natural, aire fresco, vegetación, agua, madera o piedra.
· Presencia indirecta: materiales, colores y formas que recuerdan a la naturaleza, como texturas orgánicas o tonos terrosos.
· Experiencias espaciales: crear sensaciones que evoquen la naturaleza —como refugio, apertura o calma.

Aplicar este enfoque transforma cualquier entorno:

· Reduce el estrés, mejora el estado de ánimo.

· Fomenta la creatividad y favorece la conexión emocional con el espacio.

Es una forma de diseñar que nos acerca a lo esencial: sentirnos bien y vivir en equilibrio con nuestro entorno.